No podemos permanecer ajenos ante el drama que suponen estos hechos, ante la indiferencia de nuestros gobiernos y nuestras sociedades, que miran hacia otro lado cuando millones de personas sufren las consecuencias de un sistema económico injusto
"Por eso hemos de dar gracias a Dios por los emigrantes, que nos proporcionan la oportunidad de acogerlos y, por la acción del Espíritu, recibir de ellos, con su trabajo y servicios, sus dones y su riqueza"
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada