En esta ocasión se trata de trabajadores y trabajadoras sin papeles de París, que denunciaron a sus empleadores por sus condiciones de trabajo de semiesclavitud, han conseguido regularizar su situación tras casi un año de lucha que iniciaron en mayo de 2014.
“Los 18”, como se les conoce en Francia, son trabajadores y trabajadoras en Chateau d'Eau. En este barrio, en torno a la calle del mismo nombre, cientos de inmigrantes en situación irregular trabajan en peluquerías, salones de belleza, tiendas en las que se venden, reparan y manipulan telefonos móviles y algunos puestos de comida rápida que esconden un sistema de economía sumergida y explotación laboral.
Estos establecimientos captan a sus trabajadores en la calle, ofreciendo un empleo sin contrato a quienes no tienen papeles. En esta situación tienen más difícil el protestar por las condiciones de semiesclavitud en las que trabajan,con jornadas de hasta 15 horas diarias por 300 ó 400 euros al mes, pagados muchas veces con retraso, y con la amenaza permanente de llamar a la policía ante la más mínima protesta.
La Lucha de “los 18” se inició con la denuncia de sus empleadores tras dos meses de retraso en el pago el sueldo. Con la ayuda de un sindicato consiguieron contratos de trabajo lo que les abría la puerta el proceso de regularización de su situación. Todo ello quedó en papel mojado cuando en junio cerró la peluquería donde trabajaban porque la normativa establece un mínimo de 8 meses de trabajo, en el plazo de dos años, para conseguir el permiso de residencia en Francia.
En agosto plantearon una nueva denuncia contra los dueños de la peluquería esta vez por “trata de seres humanos, trabajo encubierto y quiebra fraudulenta”, se declararon en huelga y ocuparon la peluquería. Es de destacar que tomaron esta decisión las personas más vulnerables, las que llevaban menos tiempo en Francia, arriesgándose a ser expulsadas en cualquier momento..
La peluquería New York Fashion, en el barrio parisino de Chateau d’Eau, donde trabajan las nueve inmigrantes sin papeles / FOTO: Ignacio Marín. |
A partir de ese momento hubo controles en el local y en otras peluquerías el barrio, y la inspección de trabajo llegó a detectar más de una decena de infracciones en los lugares de trabajo. Finalmente se les dió la razón en sus demandas porque “aprovechándose de su vulnerabilidad, los gerentes han hecho trabajar a estos empleados en condiciones incompatibles con la dignidad humana”.
Hoy pueden decir que han vencido. Las nueve trabajadoras de la peluquería New York Fashion del barrio parisino de del 47 del Bulevard de Strasbourg de París han recibido sus permisos de trabajo como ya lo hicieron antes el resto de sus compañeros y compañeras. Y en el barrio algo ha cambiado: las inspecciones han aumentado y las peluquerías empiezan a pagar más regularmente para evitar más protestas
Atrás quedan el local a medio desmantelar, algún colchón para hacer la guardia de noche, artículos de prensa en las paredes y un cartel grande presidiendo la sala: LOS 18 DEL 57 RESISTEN
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“Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo” (Eduardo Galeano)
“Las instituciones de los países que reciben inmigrantes deben vigilar cuidadosamente para que no se difunda la tentación de explotar a los trabajadores extranjeros, privándoles de los derechos garantizados a los trabajadores nacionales, que deben ser asegurados a todos sin discriminaciones.” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia nº 298)
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